Homenaje a Jesús Poveda

miércoles, 10 de octubre de 2012

Reseña de Jesús Poveda en su libro de 1975

 Reseña de Jesús Poveda en las solapas de su libro Vida, pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández, Memoria-Testimonio,  México, Oasis. S.A., 1975, talleres Litoarte, S. de R. L. Ferrocarriles de Curvanava 683.


(La portada es un grabado antiguo de la ciudad e Orihuela. Grabado que tiene al pie la siguiente nota: "Jphs. Vincens. Alagarda del. & Sculp. Oriolae. La fecha es de 1760"



JESUS POVEDA nace en Murcia en 1912. Cuando apenas tendría año y medio de edad, sus padres cambian su domicilio a la Ciudad de Orihuela (Alicante), cuna del poeta Miguel Hernández, y allí pasa todos sus años, hasta el de 1938 en que la Guerra Civil Española lo lleva como combatiente a los frentes de Cataluña.

Su afición por las buenas letras data en Poveda cuando éste tenía quince años de edad. Por ese tiempo comenzó a publicar sus primeros trabajos en verso y prosa, firmándose con seudónimo, en revistas de poca monta, como lo eran las que se hacían en aquella provincia. Poveda pertenece a la generación de poetas y escritores oriolanos délos años 30, la misma de Miguel Hernández A éste lo descubre en 1929, cuando todavía era un humilde cabrero que repartía la leche casa por casa, y nadie en el pueblo sabía que fuera poeta ni cómo era su nombre, pues se le conocía por el apodo de su padre el Vicenterre.

Con sus amigos Ramón Sijé (José Marín Gutiérrez) y el panadero-poeta Carlos Fenoll -del que nos da noticia en las páginas de este libro- se forma la cuarteta de poetas y escritores de aquellos años; pequeño grupo éste de amigos que tiene para la historia de la poesía española el mérito indiscutible de haber sido los que nos dieron a conocer a tan grande poeta como lo fue el humilde pastor, y los que lo alentaron y ayudaron en su arduo peregrinar por la capital de España.

De tan reducido grupo, en 1935, la muerte les arrebató a Sijé. Unos años antes, con éste a la cabeza, vieron la luz varias revistas literarias que contribuyeron, de manera muy notable, a la difusión de la poesía y las letras, y a la exaltación -harto merecida- de tan egregia figura de escritor como lo fue el cronista de Oleza Gabriel Miró.

Miró fue, en efecto, maestro y guía espiritual de esta juventud oriolana, y la obra de aquél, sin lugar a dudas, fue la que los ayudó a formarse ellos y el propio pastor de Orihuela.

Unos meses antes de que los fascistas se sublevaran, Fenoll y Poveda se habían dado a la tarea de publicar una Hoja de Poesía que titularon Silbo, de aparición quincenal, en colores, y en ella -por mediación de Miguel Hernández, que a la sazón se encontraba en Ma-drid- prestaron su colaboración firmas de tanto renombre como ya lo eran las de Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, etc.

Terminada la contienda en 1939, Jesús Poveda sale al exilio, hacia Francia. Y en la Navidad de aquel mismo año, embarca con su esposa en el vapor francés Cuba y se dirige hacia la República Dominicana. En esta isla del Caribe publica dos libros: uno de poesías (Sobre la misma tierra); el otro, que titula Ensayos, lo formó con dos conferencias que dictó en la Universidad de Río Piedras, Puerto Rico (1940), y que dedicó a los poetas García Lorca y Aleixandre.

Por esos años colaboró Poveda, además, en diferentes periódicos y revistas de Santo Domingo, Puerto Rico, Cuba, Argentina y México, especializándose en temas de Arte y crónicas musicales, principalmente.

Llegado a México, en 1944, el destino le juega la mala pasada de convertirlo en viajante de comercio, o agente de ventas, hasta que desembocó en industrial, como lo es ahora. Pero ya liberado un poco de todo ese pasado, todavía -como siempre- con el gusanillo en el cuerpo de poeta y escritor, este autor trata de recomenzar por donde se dejó su pasado, y de aquellos años que se le fueron, aprisiona estajuventud de que nos habla en su libro, y nos da esta pintura de aquel mundo suyo de Orihuela y su grupo dé amigos.

No es ésta una biografía más del poeta-mártir Miguel Hernández, sino una viva memoria de su tiempo y su destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario